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Algunos trayectos en tren no destacan por su rapidez, sino por lo que ofrecen en el camino: vistas únicas, paisajes cambiantes y la sensación de estar viviendo una aventura sobre raíles. En un mundo que se mueve cada vez más rápido, algunos trenes invitan a bajar el ritmo y dejarse llevar. Hoy, en Metro Ligero Oeste, te traemos cuatro rutas ferroviarias únicas que se han ganado un lugar entre los viajes que hay que vivir, al menos, una vez en la vida.
Si alguna vez has soñado con atravesar un continente de punta a punta, el tren The Canadian es tu viaje ideal. Esta ruta conecta Toronto con Vancouver, cruzando el corazón de Canadá a lo largo de casi 4.500 kilómetros. A lo largo de cuatro días de trayecto, el paisaje cambia constantemente: grandes lagos, llanuras infinitas, bosques boreales y, finalmente, las imponentes Montañas Rocosas.
Una de las joyas de este viaje es la posibilidad de disfrutarlo desde coches panorámicos con techos de cristal, que ofrecen vistas privilegiadas del cielo y los paisajes. También hay vagones con estilo retro, servicio a bordo y una experiencia que, aunque pausada, es todo menos aburrida. Es una manera única de conectar con la naturaleza canadiense y sentir el paso del tiempo y la distancia como pocas veces en la vida moderna.
En India, el viaje en tren es una experiencia cultural en sí misma. Pero si buscas un recorrido con un toque de esplendor, el Maharajas’ Express combina eficiencia con un alto nivel de confort. Considerado uno de los trenes más lujosos del mundo, ofrece diferentes itinerarios que atraviesan el norte y centro del país, con paradas en ciudades míticas como Jaipur, Agra o Varanasi.
Lo que distingue este tren no es solo su decoración inspirada en los palacios de los antiguos maharajás, sino también la atención al detalle: suites privadas, gastronomía de alto nivel, excursiones guiadas y experiencias exclusivas en cada parada. Todo pensado para viajar con calma y rodeado de belleza, mientras se descubre la riqueza cultural, histórica y espiritual de la India.
En el norte de México, un tren recorre uno de los paisajes más espectaculares del continente: las Barrancas del Cobre. El Chepe, oficialmente conocido como Ferrocarril Chihuahua al Pacífico, conecta las ciudades de Chihuahua y Los Mochis, atravesando más de 600 kilómetros de montañas, ríos, túneles y puentes que parecen sacados de una película de aventuras.
Lo especial de este viaje no es solo el paisaje (aunque eso ya sería suficiente), sino también la conexión con las comunidades indígenas, los pueblos remotos y la historia de la región. Existen dos modalidades de servicio —Chepe Express y Chepe Regional— según el tipo de experiencia que se busque, pero en ambos casos el recorrido es inolvidable.
Para quienes sueñan con recorrer Europa al estilo de los antiguos trenes de época, el Golden Eagle Danube Express es una elección perfecta. Este tren de lujo atraviesa Europa Central y del Este, conectando ciudades como Budapest, Viena, Cracovia o Estambul, con itinerarios que varían según la temporada.
Viajar a bordo del Danube Express es como retroceder en el tiempo, pero sin renunciar a las comodidades del presente. Cada detalle está cuidado: vagones con acabados en madera, compartimentos privados, cenas con platos típicos de cada región… y todo mientras el tren avanza por escenarios que van desde los Alpes hasta los Balcanes. Es una forma elegante y pausada de redescubrir el continente.
Cada uno de estos trenes ofrece una experiencia distinta, pero todos tienen algo en común: nos invitan a disfrutar del trayecto como parte fundamental del viaje. En Metro Ligero Oeste, compartimos esa misma idea. Apostamos por un transporte cómodo, accesible y sostenible, que haga que cada trayecto, por breve que sea, tenga sentido.
