Bilbao, capital de la provincia de Vizcaya, es la ciudad más poblada del País Vasco, con un área metropolitana de casi un millón de habitantes que se extiende a lo largo de la ría de Bilbao o del Nervión.
En el año 1872, aparece el primer tranvía de Vizcaya, con la línea Bilbao-Las Arenas como pionera, y posteriormente la línea Bilbao-Santurce. En 1889, este recorrido se convierte en el primer trayecto electrificado de toda España, inaugurándose así el tranvía eléctrico tal y como lo conocemos hoy en día.
La revolución industrial propició el rápido desarrollo del tranvía, alcanzando su pleno apogeo en el año 1920 con 109 km de extensión y 12 líneas que tenían en el Arenal su centro neurálgico.
Sin embargo, la crisis de los años 60 llevaría a este modo de transporte a su definitiva desaparición en 1964, siendo sustituido por el trolebús o autobús eléctrico.
A finales de 2002, casi cuatro décadas después y tras unas obras de tres años, el tranvía de Bilbao reaparece incluyendo de nuevo a la urbe en la era del transporte público ecológico y sostenible.
Desde su reapertura, la línea se ha ido ampliando progresivamente y en la actualidad efectúa el recorrido Atxuri-Basurto, con un trayecto central que vertebra el área de Abandoibarra -nuevo centro de ocio de la ciudad- con paradas frente a diversos hitos arquitectónicos de Bilbao como el Teatro Arriaga, el Museo Guggenheim, el Palacio Euskalduna o el campo de fútbol de San Mamés.
Conocido con el nombre de Euskotren, en la actualidad incorpora 7 unidades con capacidad para 192 pasajeros (50 sentados y 142 de pie). En agosto de 2003, este tranvía se convirtió en el primero de Europa en utilizar fuentes renovables de “energía verde” como la eólica, la hidráulica o la solar.